La frecuencia con que usted tenga que practicarse un examen de la vista dependerá de su historia médica, familiar y síntomas, pero para las personas con Diabetes las recomendaciones son:
- Si usted tiene menos de 30 años y ha tenido Diabetes por 5 años o más, debe hacerse un examen completo de la vista una vez al año. Esto es con el fin de detectar a tiempo la aparición de la Retinopatía.
- Si usted tiene más de 30 años, debe hacerse un examen completo de la vista una vez al año, sin importar cuanto tiempo tenga usted con Diabetes.
Aunque la Retinopatía Diabética es la principal causa de ceguera y representa el mayor problema en la vista de las personas con Diabetes, existen otras enfermedades oculares relacionadas con un inadecuado control de la Diabetes. Además, los efectos del tiempo también juegan un papel muy importante a tener en cuenta para realizarnos chequeos con el oftalmólogo.
Algunas de estas enfermedades son:
Cataratas
Las personas con Diabetes son particularmente susceptibles a Cataratas, la cual se caracteriza porque el cristalino cambia de color afectando la claridad de la visión, sin embargo, la presencia de Cataratas no es necesariamente causa de alarma. Muchas personas se vuelven viejas con Cataratas conservando buena visión. Algunas cataratas tardan años para causar dificultad en la visión y en algunos casos cambiar de lentes ayuda bastante. Sin embargo, en personas con Diabetes las cataratas generalmente son tratadas con cirugía. El porcentaje de éxito en una cirugía por cataratas es de más de 95%. En este proceso el cristalino es removido y en su lugar se coloca un cristalino plástico (implante de lente intraocular). Para una operación por Cataratas es muy raro que exista urgencia, por lo tanto, si usted llega a necesitar este tipo de cirugía, lo más seguro es que tendrá suficiente tiempo para discutir los detalles con su familia y oftalmólogo.
Glaucoma
El Glaucoma también es una enfermedad muy común en personas con Diabetes, que además puede ser hereditaria. El Glaucoma es una condición en que la presión de los ojos es elevada, lo que causa daños al nervio óptico, y puede eventualmente llegar a la pérdida de la visión. Hay un tipo de Glaucoma que es doloroso, y otros que no lo son, lo cual es peligroso, ya que una persona puede tener Glaucoma por años y no saberlo. El oftalmólogo puede detectar el Glaucoma fácilmente, con un simple examen (sin dolor), donde puede saber instantáneamente si la presión está elevada o si hay, cambios en el nervio óptico que sugieran esta enfermedad. Hay muchos tratamientos disponibles para el Glaucoma que van desde pastillas y gotas, hasta rayos láser y cirugía. Mientras el Glaucoma sea tratado a tiempo, es una rareza la pérdida de visión por esta causa.
Síndrome del Ojo Seco
Una condición desagradable que algunas veces ocurre con la edad y con la Diabetes es el Síndrome del Ojo Seco. En esta condición las glándulas lagrimales no producen suficientes lágrimas para mantener la superficie del ojo húmeda. El resultado es irritación y una sensación “arenosa” causada por la resequedad de la córnea, aunque pueda haber exceso de lágrimas ya que el ojo trata de compensar dicha resequedad. Usualmente, esta condición es desagradable pero no dañina, aunque en casos extremos puede causar serios cambios en las estructuras del ojo. Los síntomas casi nunca se pueden eliminar completamente, pero unas gotas de lágrimas artificiales pueden proporcionar bastante alivio.
Retinopatía Diabética
La Retinopatía Diabética es el problema ocular más común relacionado con la Diabetes. Su incidencia crece a medida que la persona tiene más años con Diabetes. Existe entre 80 y 90% de probabilidad que una persona tenga signos de Retinopatía después de 20 años con Diabetes. Sin embargo, en la mayoría de los casos se trata de Retinopatía diabética leve, o Retinopatía Diabética no Proliferativa, la cual no afecta la visión ni requiere tratamiento. Por otro lado, actualmente existen avances y tecnologías modernas que permiten tratar con éxito este problema, que en el pasado era imposible.
Debido a que la Retinopatía Diabética severa o Retinopatía Diabética Proliferativa puede presentarse sin síntomas, es extremadamente importante que el paciente se haga exámenes regulares con un oftalmólogo. Nuevamente, la llave para un tratamiento exitoso, es la detección precoz.