Una de las principales causas por la que las células pueden ir perdiendo sensibilidad ante las señales de la insulina, es decir, que se vuelvan más resistentes a la insulina, es la acumulación en exceso de células grasas o adipocitos, especialmente en el tejido adiposo abdominal, lo que hace que el perímetro de la circunferencia de la cintura aumente, incrementando además el riesgo de tener otros serios problemas cardiovasculares.
De no tomarse las medidas necesarias, con el paso del tiempo las células se van tornando cada vez más resistentes a la insulina y los niveles de glucosa en la sangre (glicemia) tienden a elevarse cada vez más. Si los niveles de glicemia tienden a aumentar, el páncreas inmediatamente segregará mayor cantidad de insulina haciendo que también aumente la cantidad de insulina circulando por el torrente sanguíneo. Al exceso de insulina en la sangre se le conoce como Hiperinsulinismo o Hiperinsulinemia. Si la situación empeora y el páncreas va perdiendo la habilidad de mantener los niveles de glicemia en valores normales, se presentará una condición llamada Prediabetes y de persistir el problema aparecerá la Diabetes Tipo 2. La Prediabetes es una condición donde los niveles de glicemia (en ayunas) están por encima de lo normal pero no lo suficientemente elevados para considerarse Diabetes.
Afortunadamente, la Diabetes Tipo 2 se podría prevenir en la etapa donde las células son resistentes a la insulina, pero los niveles de glucosa en sangre (glicemia) aún permanecen en niveles normales (70-110 mg/dl). En ese momento es crucial que podamos saber qué tan resistentes a la insulina son nuestras células y así actuar de inmediato, tomando las medidas necesarias para prevenir la Diabetes Tipo 2.
La buena noticia es que está en nuestras manos revertir o minimizar la resistencia a la insulina y que, de esa manera, nuestras células recuperen la sensibilidad a la insulina que requieren para metabolizar la glucosa adecuadamente, logrando que los niveles de glicemia se mantengan dentro del rango normal, previniendo así el riesgo de desarrollar Prediabetes y
Diabetes Tipo 2.