La Diabetes representa la primera causa de ceguera en el mundo. El mal control de los niveles de Glucosa en la sangre (Glicemia) por muchos años puede causar daño a la retina y producir “Retinopatía Diabética”, por eso es muy importante que usted se asegure de controlar adecuadamente sus niveles de glicemia y hacer todo lo posible por cuidar su vista, que es el sentido más preciado que tenemos.
Dándole una mirada al ojo
El ojo es esencialmente una esfera hueca cuya parte anterior es transparente y se conoce como la Córnea. El resto está compuesto con un tejido llamado Esclera que es lo que conocemos como “lo blanco del ojo”. Directamente detrás de la córnea está la Cámara anterior, la cual está llena de un fluido que alimenta el ojo llamado Humor Acuoso. La parte coloreada del ojo es el Iris, que es un anillo de músculos que forman la otra parte de la cámara anterior.
El pequeño punto en el centro del iris es la Pupila, que es la abertura que permite la entrada de la luz al ojo. El iris ayuda a enfocar y regula la abertura de la pupila dependiendo de la cantidad de luz que necesite el ojo en un momento determinado. Por ejemplo: en un ambiente oscuro, la pupila se abre para permitir la entrada de más cantidad de luz, y de esa manera es posible ver bien aún en ambientes oscuros. Detrás del iris está el Cristalino, que es un lente transparente que enfoca las imágenes en la Retina. La Retina está en la parte posterior del ojo. Estas imágenes luego son transmitidas al cerebro por el Nervio óptico, donde son reconocidas e interpretadas. El cerebro además se asegura de que ambos ojos estén trabajando simultáneamente para poder percibir profundidad. La esfera del ojo que se encuentra entre el cristalino y la retina está rellena con una sustancia gelatinosa llamada Vítreo.