Todos los médicos controlan la presión de sus pacientes en la consulta, algunos pesan a sus pacientes, pero muy pocos les miden la cintura. Medir la circunferencia de la cintura no es suficiente, pero es mejor que basarse únicamente en el Índice de Masa Corporal (IMC). Si a una cintura ancha la acompaña un nivel normal de triglicéridos en la sangre, la grasa acumulada es “subcutánea” y por lo tanto no tan peligrosa. En cambio, si los triglicéridos están altos, la grasa es “visceral”, es decir, oculta entre los órganos y es aquí donde hay mayor peligro.
Cuando consumimos calorías que exceden la cantidad de calorías que utilizamos, estas calorías en forma de células grasas o adipocitos, se van acumulando en el tejido adiposo incrementando su tamaño. Por lo general, estas células grasas se van acumulando en el tejido adiposo abdominal, es decir, de la cintura que, lamentablemente, es la más peligrosa.
Cada célula grasa adipocito puede formar 5 nuevas células grasas y cada una de estas puede aumentar hasta 5 veces su tamaño, pudiendo hacer que, de esta manera, el perímetro de la cintura pueda aumentar en grandes proporciones. Cuando perdemos peso, los adipocitos o células grasas, pueden ir reduciendo su tamaño, pero la cantidad de adipocitos no se puede reducir. Por lo tanto, si engordamos demasiado, será difícil recuperar la figura que teníamos anteriormente.
Lo mejor para un buen diagnóstico del riesgo cardiovascular es tener en cuenta, tanto el Índice de Masa Corporal (IMC), como el tamaño de la cintura del paciente, en especial, las personas con mucha masa muscular, ya que el IMC no indica el grado de grasa intrabdominal, y los músculos, por ser más densos, pesan más que la grasa, mientras que la medida de la cintura, sí lo indica.
Si usted se impone este control en la consulta con el médico y también en casa, el conocido centímetro de costurera, se convertiría en un recurso práctico para prevenir enfermedades cardiovasculares a largo plazo.
Al reducir el tamaño de la cintura, estaremos asegurando que esto no será un problema que ocasione daños cardiovasculares y nos permitirá tener una mejor calidad de vida.