El pene contiene dos cuerpos cavernosos que rodean la uretra y corren a lo largo de este órgano. La uretra es el canal usado para orinar y eyacular. Los cuerpos cavernosos están llenos de un tejido esponjoso el cual contiene músculos, espacios, arterias, tejido fibroso, venas y está cubierto por una membrana llamada túnica albugínea.
Cuando hay estimulación sexual, el cerebro envía impulsos a través de los nervios periféricos locales a los músculos en los cuerpos cavernosos, haciendo que estos músculos se relajen o dilaten permitiendo así la entrada de mayor cantidad de flujo sanguíneo hacia los cuerpos cavernosos.
Esta sangre va llenando los espacios abiertos y a medida que estos espacios se van llenando, la sangre va creando presión haciendo que el pene se expanda, y a medida que este se expande las venas del pene se comprimen por lo que la sangre no puede salir.
Con más cantidad de sangre entrando y muy poca saliendo, el pene aumenta cada vez más su tamaño y dureza, produciéndose de esta manera una erección.
¿Qué sucede cuando hay disfunción eréctil o impotencia?
La Disfunción Eréctil es una situación muy frecuente que afecta, en mayor o menor grado a aproximadamente la mitad de los hombres (con o sin Diabetes) entre los 40 y los 70 años de edad.
Es la inhabilidad persistente y repetitiva de lograr una erección que le permita al hombre mantener relaciones sexuales satisfactorias.
Desafortunadamente, en la mayoría de los casos los afectados, debido a mitos acerca de la sexualidad masculina, los hombres no tratan abiertamente el tema con su pareja ni consultan con su médico por lo cual, no pueden beneficiarse de los múltiples tratamientos que existen en la actualidad, y que ofrecen soluciones a este problema por muy grave que sea.
La Disfunción Eréctil es un proceso que va ocurriendo gradual y lentamente, por tanto, la recomendación más importante es que esté atento a cualquier cambio que note en la calidad de su erección y si nota alguna diferencia, que actúe de inmediato para resolver el problema durante su etapa inicial. Hablar con su pareja y su médico le ayudará a comprender mejor el problema, buscar juntos la solución más efectiva, y sentirse más apoyado por su pareja. Esto a su vez le ayudará a tener una comunicación más abierta y sincera con su pareja, lo que a su vez hará que ambos puedan disfrutar de una vida sexual plena y placentera.