El monitoreo de glicemias aporta información muy importante acerca de cómo el ejercicio afecta sus niveles de glicemia. La necesidad o no de alimento extra, así como la cantidad requerida dependerá de una serie de factores como son la hora del día, duración e intensidad del ejercicio. Por tal razón se recomienda:
- Estar atento a la “hora pico” de acción de la insulina inyectada, ya que si una persona con Diabetes, que necesita inyectarse insulina, va a hacer ejercicios en el momento en que la insulina ejerce su mayor potencia (Hora Pico), esto podrá causar una hipoglicemia. Por ejemplo, si la persona se inyecta una mezcla de insulina regular y NPH a las 7 a.m., ésta ejercerá su máximo pico de acción (hora pico) a las 10 a.m. y luego otra vez a las 3 p.m., por lo que se debe planificar la actividad física en horarios que no coincidan con estas horas.
- Inyectarse la insulina en un “sitio de inyección” acorde con el ejercicio que vaya a realizar. El efecto causado en los músculos durante el ejercicio, aumenta la absorción de insulina desde el “sitio de inyección” y tiende a pasarla más rápidamente al torrente sanguíneo. Debido a esto, es recomendable no inyectar en brazos o piernas, si piensa realizar ejercicios en un lapso de 2 horas después de la inyección. Por ejemplo, si va a correr o a montar bicicleta, la insulina no debería ser inyectada en las piernas. El brazo y el abdomen deberían ser en este caso los “sitios de inyección” a utilizar.
- Cuando de niños se trate, los cuales son espontáneos y generalmente no planifican la actividad física que van a realizar, sus ejercicios deben ser vigilados por sus padres, familiares o maestros, para que estén pendientes de cualquier síntoma y preparados para contrarrestar las posibles hipoglicemias con alguna fuente de azúcar de rápida absorción (caramelos, miel, azúcar, etc.).
- Durante la primera hora de ejercicios vigorosos o prolongados, los músculos usan la glucosa presente en la sangre, así como también el “glucógeno” almacenado en los músculos y el “glucagón” almacenado en el hígado. Después de finalizado el ejercicio, las reservas de glucagón del hígado y de glucógeno de los músculos, (utilizado durante el ejercicio) debe ser restituido. Este proceso de reponer el glucógeno y el glucagón utilizado durante el ejercicio prolongado y fuerte puede durar entre 12 a 24 horas. Durante este tiempo, la glucosa que normalmente se quedaría en la sangre, es utilizada para restituir estas reservas de glucógeno y glucagón, lo cual traerá como consecuencia que los niveles de glucosa bajen. Por esta razón, las personas con Diabetes deben monitorear sus niveles de glicemia al terminar de realizar ejercicio, antes de acostarse a dormir y estar pendientes de estos niveles hasta 24 horas después de finalizada la actividad física prolongada e intensa.