Reduce los factores de riesgo comenzando por la Alimentación…

Todos sabemos que una buena dieta es la mejor receta para una vida sana, pero hoy en día estamos más confundidos que nunca respecto a lo que comemos. Cuántas veces le han dicho que una buena dieta es aquella en la que deje de comer, o se salte la cena o el desayuno, o que elimine las grasas… Pero ¿Realmente sabe lo que es una buena alimentación?

Una buena alimentación conlleva equilibrio y moderación.  Hipócrates, el padre de la medicina, dijo hace 2500 años que “debemos tratar la comida con el mismo respeto que a cualquier medicina”.

Es hora de que comience a tomar la responsabilidad de su propia salud; sólo usted puede alimentarse, hacer ejercicio y poner en práctica la reducción del estrés.

Empecemos por llamarle plan de alimentación, en vez de dieta, ya que la dieta, además de que nos asusta, conlleva restricciones. Un plan de alimentación es la forma de comer equilibrada, completa, sana, variada y rica que será de por vida. Todos los integrantes de la familia pueden basarse en él: se trata de conocer los alimentos, aprender a realizar las mejores elecciones y así organizar nuestro propio plan de alimentación.

Para no confundirnos con los distintos grupos de alimentos. La comida puede ser simplemente categorizada como carbohidratos, proteínas y grasas. Aprender a distinguirlos para elegir las mejores opciones, es esencial para la vida.

Dentro de los Carbohidratos encontramos:

– Las frutas
– Los granos y almidones (pasta, panes, bagels, papas, cereales, arroz)
– Los frijoles (además lenteja y haba)
– La leche y el yogur (no derivados)

Dentro de las Proteínas encontramos:

– Carnes rojas
– Pollo
– Quesos
– Pescado
– Huevo
– Pavo
– Proteínas de soya

Y dentro de las grasas encontramos:

– Aceites
– Aguacate
– Semillas: cacahuates (maní), nueces, almendras, pistachos, etc.
– Mantequilla, margarina
– Crema
– Tocino, chorizo

Manos a la obra…

Siéntese tranquilamente en un lugar que prefiera, REFLEXIONE sobre una meta que usted quiera alcanzar, siga los siguientes pasos ayudándose de la siguiente tabla:

Conductas Actuales ¿Necesito cambiar? Meta (Objetivos y tiempos) Acciones para lograrlo
Consumo de Agua
Actividad Física
Alimentación
(complementa contestando las preguntas de abajo)
  1. Lleve un registro o reporte de lo que consume en tres días.
  2. Identifique los carbohidratos, proteínas y grasas que consume cada vez que se siente a comer.
  3. ¿Cuál de los tres (carbohidratos, proteínas y grasas) consume con mayor frecuencia o en mayor cantidad?

Después de 6 meses de realizar estos ejercicios y su plan de acción individual, vuelva a palomear o revisar la lista de factores de riesgo; entre más factores vaya restando, ¡Mejor! Porque de esta forma estará restando probabilidad de tener diabetes. Usted también puede seguir las recomendaciones de Nutrición de Diabetes al Dia.

Recuerde que es muy importante acudir a su médico, nutricionista y/o educador en diabetes para que con su apoyo establezca un plan ideal para usted.

Lic. Rosa Elena Yáñez García.
Nutrióloga y Educadora en Diabetes Certificada
México/España

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Alimentación y Prevención de Diabetes tipo 2 en Adultos

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¿Cómo adquirir Hábitos de Alimentación Saludables?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es el estado de equilibrio biológico, psicológico y social, y no sólo la ausencia de enfermedad. Existen factores de riesgo para romper con este equilibrio y perder la salud. Estos factores de riesgo pueden ser: controlables y no controlables; los primeros los podemos cambiar nosotros y los segundos no los podemos cambiar.

Probablemente tenga uno o más factores que no puede cambiar, como tener carga genética o hereditaria, de Diabetes, obesidad, etc., o tenga más de 35 años, ya que a esta edad es más susceptible de tener estas enfermedades.

Aunque tenga estos factores no controlables, existen otros factores que sí puede cambiar; de éstos tal vez tenga más de uno, por ejemplo, su forma de comer, la actividad física que realice y el descanso, entre otros hábitos de su forma de vida diaria.

Estos factores que sí puede cambiar son la oportunidad que tiene para ¡disminuir su riesgo de enfermedad! y protegerse, ya que usted es el responsable de estas actividades, costumbres y hábitos.

Identifique cuántos de estos factores sí puede cambiar. Haga un plan para ir modificando estos factores controlables.

Estableciendo Metas para Mantenerse Saludable… 

Establecer metas en el cuidado de su salud, es una parte muy importante para vivir bien.

Las metas son establecidas por la persona de acuerdo a sus necesidades, preferencias y prioridades. Por eso, el primer paso es que reflexione sobre las cosas de su salud que son importantes para usted.

Las metas en el cuidado de su salud son resultados medibles de acciones que tenemos.

Una forma de plantear sus metas, es definir la meta que quiere alcanzar a largo plazo, y planear otras metas a corto plazo que le ayudarán a alcanzar la meta a largo plazo.

Por ejemplo:

1) Si pesa 75 kilos (165 lb) y quiere llegar a 70 Kilos (154 lb). Debe bajar 5 kilos (11 lb).

Su médico o nutricionista le recomendará que lleve un registro diario de lo que come, y no pasarse de las cantidades recomendadas para bajar 4 kg (9 lb) en 2 meses.

La meta a largo plazo es: bajar cinco kilos (once libras).

La meta a corto plazo es: llevar un registro o reporte de alimentos todos los días, llevando la cuenta de lo que come.

2) Si quiere volverse una persona activa, su meta a corto plazo es aumentar su actividad física diariamente, dándole prioridad en comparación con otras actividades. Empezar con 5 ó 10 minutos de bicicleta diarios e ir aumentando cada semana cinco minutos más.

Las metas son un deseo o propósito que usted tiene con relación a su salud: algo que quiere lograr y desea planear.  Es necesario establecer prioridades, por ejemplo, lo más importante es la alimentación para sentirse mejor y bajar un poco de peso, luego aumentar la actividad física, después darse tiempo para hacer lo que le gusta, etc.

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Alimentación y Prevención de Diabetes tipo 2 en Adultos

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Identifica los factores de riesgo de Diabetes Tipo 2 en los Niños

Así como en los adultos, en los niños también existen factores de riesgo y si tus niños están bajo su influencia, es más probable que puedan tener Diabetes Tipo 2.

Como sabemos, existen factores de riesgo que no podemos cambiar y otros que si podemos, identifica cuáles y cuántos factores de riesgo tiene tu niño:

Factores de Riesgo que No puedes cambiar Factores de Riesgo que SI puedes cambiar
Tener padres, tíos, o abuelos con Diabetes Tener sobrepeso y/o obesidad (revisión con índice de masa corporal)
Peso al nacer
Bajo peso < 2.5 kg (5.5 lb)
Alto peso > 3.5 kg (7.7 lb)
Realizar actividad física menos de 30 minutos 3 veces a la semana
Ser latino Tomar diariamente más de 5 vasos de bebidas azucaradas (aguas con azúcar, refrescos, jugos, bebidas energéticas, chocolates, etc.)
Historia de sobrepeso en la niñez (número de años con sobrepeso) En las tardes pasar sentado más de 3 horas seguidas
Si ahora se encuentra en el periodo de adolescencia Síntomas de resistencia a la insulina (acantosis nigricans: zonas grisáceas en cuello, codos, ingles o axilas).
En niñas síndrome de ovarios poliquísticos (Consultar con su médico si presentan alteraciones en menstruación, mucho acné, mucho vello)
Si sospecha que su hijo tiene factores de riesgo de tener Diabetes, hable con su médico para dirigirlo a un endocrinólogo pediatra, quien se especializa en el diagnóstico y tratamiento de niños con enfermedades del sistema endocrino, como la Diabetes y los desórdenes de crecimiento, para EMPEZAR A REDUCIR ESOS FACTORES DE RIESGO.

Recomendaciones para reducir los factores de riesgo de Diabetes Tipo 2 en sus hijos:

  • Limite el consumo de las comidas y bebidas azucaradas del niño – como refrescos, jugos, néctares, bebidas hidratantes, etc.-
  • Ser activo puede ser tan simple como pasear con el perro o caminar en un parque, donde el niño le acompañe.
  • Trate de hacer algo que le mantenga a usted y a sus hijos activos cada día.
  • Deje que el niño elija la actividad física que más le guste.
  • Aproveche las actividades y deje que esté con sus amigos.
  • Motívelo a formar parte en un equipo de fútbol, básquetbol, voleibol, baile, etc.
  • Lave la bicicleta o el coche de la familia con la ayuda del niño.
  • Fomente aquellos juegos donde se realice actividad física (bicicleta, jugar atrapados, brincar la cuerda, etc.)
  • Reduzca el tiempo en que los niños ven la televisión o se sientan a jugar videojuegos.
  • Planee con regularidad excursiones, paseos o caminatas de fin de semana por parques, bosques o montañas, ya sea en la ciudad o fuera de ella.
  • De el ejemplo de que la actividad física es divertida y es una gran oportunidad para unir a la familia.

Lic. Rosa Elena Yáñez García
Nutrióloga y Educadora en Diabetes Certificada
México/ España

Referencias bibliográficas
– Maddaleno M, Morillo P, Infante-Espinola, F. Salud y Desarrollo de adolescentes y jóvenes en Latinoamérica y El Caribe: desafíos para la próxima década. Salud Pública Méx 2003; 45: supl 1:S132-S139.
– Ratean S, Filerman G: Attain Global Health: Challenges and Opportunities. Population Bulletin 2000; 55(1): 345-347.
– San Martín H, Pastor V. Economía de la salud. Interamericana McGraw Hill. 1989; 42-49. Solomons N. Gross R. Urban Nutrition in Developing Countries. Nutr Rev 1995; 53 (4):90-5.
– Encuesta Urbana de Alimentación y Nutrición en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Instituto Nacional de Nutrición “Salvador Subirán”, 2002.
– Estrategia Global de Dieta, Actividad Física y Salud. Organización Mundial de la Salud, 2004.
– Bertrán, Lula. “Que el niño disfrute de sus alimentos” en Cuadernos de Nutrición, Vol. 27, núm 5, Sept/Oct. 2004. (Tabla adaptada de elaborada por LN Maite Plazas de Creixell).
– Inze, Stephanie. “Hagamos nuestra tarea. Enseñemos una vida saludable” en Revista Diabetes Hoy. Órgano Oficial de Comunicación de la Federación Mexicana de Diabetes, A.C. Vol. 15, Núm. 21.

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Alimentación y Prevención en Niños

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¿Qué podemos hacer para prevenir Enfermedades Cardiovasculares en los Niños?

Entrenar al niño para que utilice sus cinco sentidos (vista, oído, tacto, olfato y gusto) al apreciar cada bocado; de esta forma se le otorga al niño la libertad de elegir por sí mismo lo que desea consumir. Este es un buen método y el más lógico para combatir de raíz los problemas presentados por la modernidad.

¿Y qué se le debe de enseñar al niño?

  1. Que conozca la naturaleza de los productos alimenticios y su potencial gustativo,
  2. Que conozca sus propias cualidades gustativas individuales y su derecho a elegir sus alimentos y,
  3. Que amplíe su variedad y aprenda a disfrutar las formas, aromas, sabores, texturas y sonidos de su comida.

Este método es una herramienta útil para interesar al niño en su alimentación, por el conocimiento y la aceptación de los sabores de la comida.

Algunas actividades sugeridas para realizar con los niños de acuerdo a su edad son:

Edad Actividades
4-6 meses a 1 año
  • Introducir un solo alimento a la vez; ofrecerlo 2 ó 3 días para conocer la tolerancia del bebé a cada alimento.
  • Ofrecer el alimento nuevo cuando tenga poca hambre y no “mucha hambre”.
  • Ofrecer primero el alimento y luego la leche.
  • Dar el alimento nuevo junto con otros alimentos familiares.
  • Nunca forzar a que lo pruebe ni que consuma más cantidad de la que quiere.
  • Se le debe mostrar, desde pequeño, las frutas y verduras enteras para que las identifique; con las papillas se anula la capacidad de que el bebé capte la naturaleza real del alimento.
  • Aumentar poco a poco la consistencia: colados o papillas, a molidos o trocitos.
  • Evitar añadir sal, azúcar y no mezclar diferentes alimentos, para que conozca las cualidades de cada uno.
  • Ofrecer varias oportunidades de probar diferentes sabores; esto abrirá posibilidades de elección (los recién nacidos suelen preferir por temporadas, dulce y luego salado, pero lo amargo y agrio se les tiene que ofrecer varias veces).
  • Dejar tocar libremente con sus manos todos los alimentos, para conocer alimentos de diferentes texturas, sabores, olores, formas, siempre bien lavados.
  • Fomentar que se alimente solo, y reconocer sus esfuerzos.
1 a 3 años
  • Ofrecer los alimentos varias veces (10 a 15), sin forzarlo o premiarlo por probarlo. Si se introducen a esta edad varios alimentos, de más grandes aceptarán nuevos alimentos con mayor facilidad.
  • Fomentar que diga si tiene hambre, qué alimentos prefiere, colores, texturas, formas, sonidos y sabores.
  • Promover que use la vista, olfato, tacto y gusto para comer los alimentos. Llevarlo a la compra de alimentos, mostrarle la variedad, decirle nombres y pedirle que escoja alguno para comer, y en casa permitirle que ayude a alguna preparación apta para él y bajo supervisión del adulto.
  • Utilice utensilios fáciles de manejar como: vajilla irrompible, vasos y tazas de base ancha, platos con el borde alto, alimentos cortados en pedazos pequeños.
  • Promover la buena masticación y la degustación del alimento, debe introducir pedazos pequeños de alimento y comer en calma.
De 3 a 6 años
  • Seguir aumentando la variedad de alimentos nuevos y preparaciones novedosas para que muestren mayor interés por probarlos.
  • Fomentar la elección: ¿prefieres pera o manzana?, ¿pollo con salsa o sin salsa?
  • Ofrecer una comida familiar, variada en alimentos, preparaciones y presentaciones.
  • Brindar buen ejemplo al disfrutar de las comidas y tradiciones alimentarias familiares, regionales y nacionales.
  • Si insiste en seguir comiendo lo mismo, seguir ofreciendo comidas variadas en horarios regulares.
  • Pedir que se presente a la mesa aunque no tenga hambre y no coma, ya que la mesa familiar es el lugar ideal para que aprendan hábitos y costumbres, y le otorgará sentido de pertenencia a su familia y grupo social.
  • Promover que se alimente evitando la presión exagerada para utilizar los cubiertos.
  • Ofrecer oportunidades para que pele, ralle, unte, envuelva alimentos, quite y ponga la mesa o lave los trastes
De 6 a 12 años
  • Incluir a niños de 7 a 12 años para que prueben algo desconocido es más difícil por la rebeldía natural que presentan en esta etapa. Es por ello que hay que emplear toda la imaginación para que la forma con la que los niños se acerquen a los alimentos sea positiva.
  • Proporcionar experiencias alimentarias en grupo como cocinar platillos sencillos, diseñar su refrigerio, ir de visita al mercado o a una granja, cultivar un huerto.
  • Cuando el escolar se niegue a comer un alimento hay que evitar ofrecerle otro alimento alternativo, porque si no tal vez el niño nunca se decida a comerlo. No hay que usar el postre como premio para que se coma lo que no quiere. Puede comer los otros alimentos que hay en la mesa o bien reponerse en la siguiente comida.
  • Normalmente les resulta más agradable cuando se hace en compañía de otros niños, hermanos, primos o compañeros de la escuela.
  • Se puede destinar un día a la semana para la práctica de los ejercicios del SABOR de la comida, como si fuera una clase. Y tener un ingrediente, alimento o platillo nuevo, como INVITADO a la sesión para mantener el interés del niño.
  • Procurar un ambiente agradable a las horas de las comidas donde todos quieran estar, para permitir una mejor disposición a disfrutar los alimentos.
  • Continuar con la introducción de alimentos nuevos o en preparaciones novedosas.
  • Servir poca cantidad y dejar que pida más.
  • Permitir que el niño tenga algunos alimentos preferidos y otros que le disgusten.
  • Moderar el consumo de alimentos con exceso de azúcar y sal.
  • Es conveniente que el niño se involucre en la planeación del menú familiar.
13 años
  • Ofrecer experiencias e información con la que puedan sentirse “orgullosos”, por ejemplo, preparar un platillo especial para algún festejo o el conocer la historia, ingredientes o preparación de los platillos típicos de diferentes regiones.
  • Reconocer sus capacidades y habilidades para seleccionar, preparar y degustar alimentos.

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Alimentación y Prevención en Niños

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Comiendo para que los Niños puedan Disfrutar una Vida Saludable

Hoy en día, hay un interés creciente por la relación entre los estilos de vida y la prevención y desarrollo de enfermedades crónicas; esto, debido a las actuales tendencias en la salud mundial, que nos muestran un panorama en el que la discapacidad, morbilidad y mortalidad se explican principalmente por enfermedades crónicas no transmisibles, relacionadas con la dieta y la falta de actividad física entre otros factores.

Esta situación afecta, tanto a países desarrollados como a subdesarrollados, además, estas enfermedades que eran consideradas hasta hace poco propias de la vida adulta, empiezan a afectar a la población joven e infantil. Información de encuestas en diferentes partes del mundo, indican un preocupante incremento en la obesidad y sobrepeso en la población joven y adolescentes, así como en la prevalencia de Hiperlipidemias, Diabetes Mellitus Tipo 2 e Hipertensión Arterial.

Además, el estado de salud de los adolescentes es considerado clave para el progreso social, económico y político de los países.

Es importante recordar que un niño con sobrepeso u obesidad tiene mayor riesgo de mantenerse así en su vida adulta; y no olvidemos que estos elementos predisponen al desarrollo de varias enfermedades, entre ellas la Diabetes Tipo 2.

Los niños en edad escolar crecen y cambian su composición corporal, lo que modifica su silueta y necesidades nutrimentales; inculcar prácticas sanas a este grupo de edad es fundamental, ya que la actividad física y el rendimiento escolar van de la mano con la salud.

Es evidente que la niñez hoy, como la de la mayoría de los países del primer mundo, recibe una gran carga de información y de estímulos de la mercadotecnia y los medios publicitarios, que penetran y moldean hábilmente la psicología de los niños, influyendo en ellos. Esto, junto con la evidente debilitación que sufren los valores culturales y tradicionales en algunos países en vías de desarrollo, resulta en la sustitución de las buenas sopas caseras, guisos, horneados, agua fresca de frutos de estación, por productos industrializados, sin identidad propia, en los que se ha sustituido el “gusto” o “buen sazón” de la comida por el atractivo empaque, el juguete o la tarjeta coleccionable que se regala.

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Alimentación y Prevención en Niños

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Beneficios para la salud de los ácidos grasos del pescado azul

La grasa del pescado azul es rica en ácidos grasos poliinsaturados y está constituida, entre otros compuestos, por ácidos grasos omega 3. Estos ácidos son los que disminuyen los lípidos, incluido el colesterol LDL o colesterol malo y por lo tanto reducen el riesgo de que éste se acumule en las arterias y se formen las placas de ateroma, que conducen a la ateroesclerosis o aterosclerosis.

El papel de los ácidos grasos omega 3 y las enfermedades cardiovasculares

Los estudios de poblaciones que consumen grandes cantidades de grasa Omega 3 de pescado, han mostrado siempre una baja incidencia en enfermedades cardiovasculares. Sus efectos sobre las distintas lipoproteínas no están todavía completamente definidos. El efecto más contundente demostrado en los resultados de estos estudios científicos es la disminución de los niveles de triglicéridos. Sin embargo, los efectos de los ácidos grasos Omega 3 sobre los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) y HDL (colesterol bueno) dependerán del tipo de paciente y de su perfil lipídico. Así, en pacientes con colesterol total elevado, los Omega 3 disminuyen el colesterol LDL si a la vez se disminuye el consumo de grasas saturadas.

Los ácidos grasos Omega 3 también actúan inhibiendo la agregación plaquetaria. Esto supone un impedimento para la formación de placas en el interior de los vasos sanguíneos, lo cual es un importante factor protector frente a las enfermedades cardiovasculares. También, se ha comprobado que este tipo de grasas reduce la presión arterial y la viscosidad sanguínea.

Por otro lado, los ácidos grasos Omega 3 han demostrado que ayudan a prevenir daños en las neuronas (células en el cerebro), por lo que los alimentos que lo contienen se han denominado alimentos inteligentes.  Los Omega 3 han demostrado que ayudan a que las personas tengan más y mejor retentiva de toda la información que reciben o estudian, por esto su consumo es muy importante en la etapa del crecimiento. Los estudios científicos también demuestran que los ácidos grasos Omega 3 protegen la función neuronal por eso se recomienda ingerirlos a las mujeres embarazadas o personas con problemas neuronales, incluso algunos estudios aseguran que pueden ayudar a las personas con Alzheimer.

Recuerde que adquirir hábitos de alimentación saludable, es un factor clave para mantener una buena salud, por eso no olvide incluir el consumo de pescados, especialmente pescados azules, en su alimentación y reducir el consumo de carnes rojas.

En Diabetes al Dia tenemos el firme compromiso de ofrecerles la más completa fuente de educación e información actualizada en materia de Diabetes, sus complicaciones y factores de riesgo, proporcionando los conocimientos que todos necesitan para que puedan disfrutar de una vida más saludable, productiva y feliz.

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Los pescados azules y prevención de enfermedades cardiovasculares

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¿Cómo se clasifican los pescados según su contenido graso?

Los ácidos grasos que contienen Omega 3 presentes en los pescados, han demostrado en muchos estudios científicos, que ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y colesterol LDL o colesterol malo, y a aumentar los niveles de colesterol HDL o colesterol bueno, contribuyendo de esta manera, a prevenir la formación de ateromas o placas en nuestras arterias, disminuyendo de esta forma los riesgos de desarrollar, ateroesclerosis, infartos al corazón y accidentes cerebro vasculares (ACV).

Según su contenido en ácidos grasos poliinsaturados los pescados se clasifican en:

Pescados Azules o Grasos

Son aquellos cuyo contenido en grasa puede alcanzar hasta el 10%. Los pescados azules acumulan un alto porcentaje de grasa como fuente de energía, ya que deben desplazarse a grandes distancias. El contenido de grasa dependerá del tipo de pescado azul, por ejemplo, la sardina alcanza según la temporada entre un 8% a un 10%. Esta grasa se almacena debajo de la piel y en la carne oscura del pescado y es rica en ácidos grasos. La sardina, el boquerón, la caballa, la palometa, el chicharro, el atún, el bonito del norte, el salmón, la anguila y el pez espada, son algunos de los pescados que pertenecen a este grupo.

Pescados Semigrasos

Contienen un nivel de grasa superior a 2,5 % sin sobrepasar el 6%. Algunos pescados semigrasos son el besugo, el salmonete, la dorada y la lubina.

Pescados Blancos o Magros

Su contenido en grasa no sobrepasa el 2,5 %. Aquí también la cantidad de lípidos varía mucho de una especie a otra. El menor índice lo tiene el bacalao con solo un 0,2% ácidos grasos. Estos pescados viven en zonas profundas y al no realizar grandes desplazamientos no necesitan acumular grasa. Esta se acumula en el hígado de este tipo de pescado. Por eso, nuestros padres siempre nos recomendaron tomar aceite de hígado de bacalao. La merluza, el rape, el lenguado, el gallo y el bacalao, son algunos de los pescados blancos.

Los pescados han demostrado ser una excelente fuente nutricional, aportando beneficios no solamente como protectores cardiovasculares, por ser ricos en ácidos grasos omega 3, sino también, por su alto contenido de vitaminas y minerales esenciales y proteínas de alto contenido biológico, que ayudan a la función neuronal (en el cerebro) especialmente en la etapa del crecimiento, e incluso en personas que ya presentan problemas de este tipo como los pacientes con Alzheimer.

Por eso, la recomendación es incluir a los pescados en nuestra alimentación, preferiblemente aquellos con mayor porcentaje en ácidos grasos omega 3, ya que además de ofrecernos todos los beneficios neuronales (al cerebro) también es un excelente protector cardiovascular.

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Los pescados azules y prevención de enfermedades cardiovasculares

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Beneficios del Pescado azul y el Omega 3 como protectores Cardiovasculares

Sanos y sabrosos, los pescados azules han ido escalando posiciones en prestigio gastronómico y de bienestar físico. Innumerables estudios científicos han demostrado que estos pescados son ricos en ácidos grasos poliinsaturados, altamente beneficiosos para la prevención de las enfermedades cardiovasculares.

Los pescados azules son una alternativa inteligente para una alimentación saludable, ya que contienen proteínas de alto valor biológico, son ricos en vitaminas y en minerales, y un excelente nutriente para el cerebro, y además nos ofrece múltiples propiedades en la función neuronal, especialmente en la etapa del crecimiento, por eso también se les conoce como “alimentos inteligentes”. Entre otros tantos beneficios nutricionales que aportan los pescados azules, además de los ácidos grasos omega 3, podemos mencionar vitaminas como la A, D y E (que es un potente antioxidante), y minerales esenciales como el calcio, el magnesio, el selenio y el fósforo que son muy importantes, especialmente en la etapa del crecimiento, además del yodo que ayuda a la función tiroidea.

Entre los beneficios cardiovasculares más importantes que ofrecen los pescados azules podemos mencionar: que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL o colesterol malo y triglicéridos, inhiben la agregación plaquetaria reduciendo así el riesgo de formación de placas de ateroma y reducen la viscosidad sanguínea haciéndola más líquida, entre otros.

Los pescados azules acumulan un alto porcentaje de grasa como fuente de energía, ya que deben desplazarse a grandes distancias y son los que más contenido de ácidos grasos contienen, pudiendo alcanzar hasta un 10%. El salmón, las sardinas, el atún y el pez espada, son algunos de estos maravillosos pescados.

Recuerde que adquirir hábitos de alimentación saludable, es un factor clave para mantener una buena salud, por eso no olvide incluir el consumo de pescados, especialmente pescados azules, en su alimentación y reducir el consumo de carnes rojas.

Los pescados azules, con su delicioso sabor, son, además, una excelente fuente de salud que tienen mucho que ofrecernos. Desde el punto de vista nutritivo, los pescados se clasifican según su contenido en ácidos grasos omega 3 y se dividen en pescados magros, semigrasos y grasos. Los pescados azules son aquellos que tienen un mayor contenido de grasa poliinsaturada o ácidos grasos omega 3.

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Los pescados azules y prevención de enfermedades cardiovasculares

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Importancia de reducir nuestro riesgo de desarrollar Diabetes Tipo 2

Existen muchos factores de riesgo de desarrollar Diabetes tipo 2 que podemos reducir, si hacemos los debidos cambios en nuestro estilo de vida. Adquirir hábitos de alimentación saludable, incrementar la actividad física o ejercicios que realizamos, tratar de reducir de peso al máximo hasta llegar a nuestro peso ideal, llevar una vida más tranquila y alejada del estrés, dejar de fumar y disminuir el consumo de bebidas alcohólicas, son algunas de las modificaciones a nuestro estilo de vida, que debemos realizar cuanto antes y mantener de manera permanente, de modo que tengamos una mejor calidad de vida.

La buena noticia es que, en nuestras manos está poder reducir el riesgo de desarrollar Síndrome Metabólico, Prediabetes y Diabetes tipo 2 y que, todos los esfuerzos que hagamos para modificar el estilo de vida actual, serán muy bien recompensados e irán dirigidos a evitar daños en el organismo y preservar una buena salud.

Si quiere asegurarse de que todo va marchando bien con su salud, deberá realizarse exámenes y pruebas que le indicarán cómo está su riesgo de desarrollar Diabetes. Algunas de estas pruebas pueden incluir, exámenes de Glicemia, Hemoglobina A1c, Curva de tolerancia glucosada, Colesterol HDL y LDL, Triglicéridos, Indice de Masa Corporal (IMC), perímetro de la cintura, proporción cintura-cadera y niveles de presión arterial. La Curva de tolerancia glucosada es una prueba muy importante que nos permite saber el grado de sensibilidad que tienen nuestras células ante las señales de la insulina, es decir, qué tan intolerantes a la glucosa o resistentes a la insulina son nuestras células. Esta información nos permitirá tomar acción de manera prematura para que actuemos de inmediato, con el objetivo de que adoptemos las medidas necesarias para que nuestras células recuperen cada vez más sensibilidad a la insulina, o sea, se vuelvan menos resistentes a ésta, y así nos estaremos alejando cada vez más de la posibilidad de desarrollar Síndrome Metabólico, Prediabetes y Diabetes tipo 2.

En Diabetes al Dia, estamos conscientes del grave problema que representa la alta incidencia de nuevos casos de Diabetes, como resultado del estilo de vida que llevamos actualmente, que han convertido el sobrepeso, la obesidad y la Diabetes, en las nuevas epidemias a nivel mundial.

Mantenerse bien informados y educados en este sentido, es una pieza clave para reducir los factores de riesgo de desarrollar Diabetes y así, poder prevenirla. Es por eso que hemos creado y puesto a la disposición de toda la población, nuestra sección “Prevención al Día”, donde encontrarán, toda la información que necesitan para mantenerse saludables, productivos y felices.

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¿Cómo reducir mi riesgo de tener Diabetes tipo 2?

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Cambios en el estilo de vida y Diabetes Tipo 2

No cabe duda de que los principales factores de riesgo que debemos tratar de minimizar son el consumo de alimentos perjudiciales y el sedentarismo. Esto lo podremos lograr fácilmente, si hacemos todos los cambios necesarios en nuestro estilo de vida, adquiriendo hábitos de alimentación saludable e incrementando la actividad física o ejercicio que realizamos, de modo que podamos mantener un adecuado peso corporal.

Existen otros aspectos que debemos modificar en nuestro estilo de vida y que nos permitirán conservar una buena salud.

Reducir el consumo de bebidas alcohólicas es muy importante, ya que éstas favorecen la constricción de las arterias, estimulan al sistema nervioso y el incremento de ciertas hormonas que aumentan las posibilidades de tener insulino resistencia o resistencia a la insulina.

Si usted fuma le recomendamos dejar el cigarrillo de inmediato, ya que la nicotina contrae los vasos sanguíneos y las arterias, haciendo que se dificulte la buena circulación de la sangre, elevando al mismo tiempo la presión arterial (Hipertensión). La Hipertensión es un factor de riesgo de desarrollar Síndrome Metabólico y Diabetes Tipo 2, entre otros problemas de salud.

De la misma forma, el consumo de tabaco aumenta los riesgos de enfermedad cardiovascular, cáncer en el pulmón y bronquitis obstructiva, entre otras tantas enfermedades.

Si usted no fuma, evite ser un fumador pasivo, es decir, no aspire el humo de aquellos que sí fuman y pídales que, si quieren fumar, lo hagan en sitios abiertos y lejos de usted.

Llevar un estilo de vida tranquilo, relajado y libre de estrés, también nos estará ayudando a prevenir el sobrepeso, Diabetes Tipo 2 y muchas otras enfermedades.

Afortunadamente está en nuestras manos poder modificar el estilo de vida que llevamos y hacer todos los cambios necesarios para minimizar los factores de riesgo de desarrollar Síndrome Metabólico, Prediabetes, Diabetes Tipo 2 y otras enfermedades cardiovasculares, disfrutando de esta manera, de una mejor calidad de vida.

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¿Cómo reducir mi riesgo de tener Diabetes tipo 2?

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Incremento de actividad física y Diabetes Tipo 2

Adquirir hábitos de alimentación saludable, mantener un peso normal, llevar una vida tranquila y relajada, así como dejar de fumar y no tomar alcohol en exceso, son cambios muy importantes en nuestro estilo de vida que debemos realizar para mantenernos saludables, pero sin duda alguna uno de los factores de riesgo que es muy importante modificar es la falta de ejercicio físico o sedentarismo propios del estilo de vida actual.

Hacer ejercicios con regularidad es otro factor muy importante que nos ayudará a regular nuestra función metabólica y a mantener el balance hormonal. Cuando realizamos actividad física con regularidad, aumenta la sensibilidad de nuestras células a la insulina, permitiendo a su vez que la glucosa entre más fácilmente en las células y sea utilizada como “energía” o combustible.

Adicionalmente, el ejercicio hace que aumenten las necesidades energéticas de nuestras células, por lo que aumenta el consumo de glucosa por parte de éstas, disminuyendo la cantidad de glucosa circulante en el torrente sanguíneo. Al existir menos glucosa en el torrente sanguíneo, el páncreas disminuirá los requerimientos de secreción de insulina, reduciendo los niveles de insulina en la sangre. El exceso de insulina en el torrente sanguíneo se conoce como Hiperinsulinemia y esto también produce efectos dañinos en el organismo, por lo que el ejercicio también le estará ayudando a disminuir el riesgo de Hiperinsulinemia o Hiperinsulinismo.

El incremento de actividad física nos ofrece beneficios adicionales, ya que aumenta la necesidad de las células de consumir energía o calorías, esto contribuye a que podamos bajar de peso, a disminuir el exceso de grasa en el tejido adiposo especialmente en la cintura, mejorando además nuestros niveles de colesterol, triglicéridos y ayudándonos a regular los problemas de presión arterial elevada que podamos tener.

Si realizamos 30 minutos o más de ejercicios, 5 veces por semana, acompañados de una alimentación saludable, no solamente estaremos reduciendo nuestro peso corporal sino también nuestro riesgo de desarrollar síndrome de resistencia a la insulina, Diabetes y otros problemas cardiovasculares.

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¿Cómo reducir mi riesgo de tener Diabetes tipo 2?

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Alimentación Saludable y Diabetes Tipo 2

Adquirir hábitos de alimentación saludable es uno de los principales cambios en el estilo de vida que podemos considerar para no tener Sobrepeso u Obesidad, ni desarrollar Diabetes Tipo 2. Otros cambios en el estilo de vida que está en nuestras manos elegir son: incrementar la actividad física, llevar una vida más tranquila y relajada, dejar de fumar y no tomar alcohol en exceso.

Recordemos que los alimentos que consumimos se transforman en glucosa y la Insulina es la hormona encargada de facilitar la entrada de la glucosa en nuestras células, para que éstas la utilicen como combustible o “energía” y poder realizar cualquier actividad. Es necesario que mantengamos el equilibrio entre la glucosa que ingerimos y la energía que requerimos, para realizar nuestras actividades, es decir, debemos mantener el balance adecuado entre glucosa e Insulina.

Algunas recomendaciones para mejorar nuestros hábitos de alimentación en todo momento, son por ejemplo, evitar el consumo de alimentos procesados o con alto contenido de, grasas saturadas, azúcar añadida o carbohidratos simples y sal, evitar las comidas fritas y el consumo de “comida chatarra” (que venden en los establecimientos de comida rápida). En cambio, recomendamos el consumo de aquellos alimentos con un bajo índice glucémico y alto contenido de fibra, como los granos, pan y arroz integrales, vegetales, legumbres y frutas, así como productos lácteos con bajo contenido de grasas y alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3 contenidos en aguacates, frutos secos, huevos y pescados azules, como el salmón y el atún, entre otros.

Si seguimos estas recomendaciones, estaremos comiendo de una manera más saludable, por lo tanto, estaremos aumentando al máximo la sensibilidad de nuestras células a las señales de la insulina, es decir, ayudando a que nuestras células sean menos resistentes a la insulina, lo que, a su vez nos mantendrá alejados del desarrollo de Síndrome Metabólico, Prediabetes y Diabetes Tipo 2.

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¿Cómo puedo tener un estilo de vida más saludable y prevenir la Diabetes tipo 2?

El estilo de vida que llevamos actualmente, por lo general, se caracteriza por, hábitos de alimentación perjudiciales para la salud, estrés y sedentarismo o poca actividad física, eso, sin mencionar el hecho de que fumar y tomar alcohol en exceso, agrava aún más la situación.

Otro factor muy importante que nos permitirá reducir nuestro riesgo de desarrollar Diabetes, es tener una vida más tranquila y libre de preocupaciones. Se ha comprobado que el estrés en exceso puede ocasionar Diabetes. Esto ocurre porque cuando estamos en estrés o en alguna situación de peligro, el cerebro envía una señal a las glándulas suprarrenales (ubicadas encima de los riñones) para que segregue una hormona llamada Cortisol, cuya función es dotar a las personas con las herramientas que necesita para salir de esa situación de peligro. Esta hormona hace que los niveles de glucosa se eleven y el ritmo cardíaco se acelere, aumentando la rapidez del flujo sanguíneo en las arterias, estimulando al organismo para que segregue mayor cantidad de una hormona llamada Grelina (que es la hormona del hambre) y, además, facilita la transformación de las células de grasa (adipocitos) en el tejido adiposo. Todo esto con la finalidad de que en situaciones de peligro, las personas tengan la energía y la fuerza necesarias para escapar o afrontar esas situaciones.

Debemos tener en cuenta que el ser humano no fue creado para estar en condiciones de estrés por motivos de exceso de trabajo, condiciones económicas y de cumplimientos de horarios, que no necesitan los procesos ni las circunstancias que el Cortisol genera, ya que no implica que en estos casos particulares se requiera realizar esfuerzos físicos.

Si queremos tener un estilo de vida saludable, debemos realizar todos los cambios necesarios y adquirir hábitos de alimentación saludables, hacer ejercicios con regularidad, aliviar nuestro estrés, reducir el consumo de alcohol y dejar el cigarrillo.

Si seguimos estas recomendaciones y las adaptamos a nuestra rutina diaria con disciplina, estaremos previniendo los factores de riesgo de tener sobrepeso u obesidad, Diabetes Tipo 2 y otras enfermedades cardiovasculares y, de esta manera, podremos disfrutar de una mejor calidad de vida.

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Un estilo de vida saludable es la clave para prevenir Diabetes Tipo 2

Aún no existen suficientes evidencias de que con el uso de medicamentos por sí solos, podamos prevenir la aparición de Diabetes tipo 2 en aquellos con alto riesgo de desarrollarla. Sin embargo, y en contraste, sí existen fuertes evidencias que indican que, logrando un peso corporal adecuado, siguiendo un plan de alimentación saludable, implementado un programa diario de ejercicios y reduciendo nuestro estrés, estaremos previniendo, o al menos retrasando al máximo, la aparición, no solamente de Diabetes Tipo 2, sino también de resistencia a la insulina, Síndrome Metabólico y Prediabetes.

El Programa de Prevención de Diabetes o DPP demostró rotundamente, que los cambios en el estilo de vida pueden prevenir el diagnóstico de Diabetes, incluso mejor que si tomamos medicinas que reducen la resistencia a la insulina (Metformina). Estos cambios en el estilo de vida también nos ayudarán a reducir los elevados niveles de Colesterol, triglicéridos, Hipertensión Arterial, Ateroesclerosis y de otras enfermedades cardiovasculares asociadas con el sobrepeso y la obesidad.

Si bien es cierto que el sobrepeso y la obesidad son los principales factores de riesgo de desarrollar Diabetes Tipo 2, no es menos cierto que el exceso de estrés o angustia en el que constantemente vivimos también es un factor importante en el desarrollo de Diabetes Tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, entre muchos otros problemas de salud que esto ocasiona. Esto se debe a que cuando estamos en estrés o en situaciones de peligro, el organismo segrega una hormona llamada Cortisol que eleva los niveles de glucosa en la sangre, contrae las arterias y los vasos sanguíneos, acelera el ritmo cardiaco, facilita la formación de adipocitos o células grasas y estimula la segregación de hormonas Grelinas que nos incitan a comer más. Todo esto ocurre como un mecanismo de defensa del organismo antes eventuales situaciones de peligro donde es necesario contar con la energía suficiente para poder escapar de esta situación de emergencia, pero cuando el estrés se hace habitual, los efectos del Cortisol en lugar de ofrecer beneficios pueden ser perjudiciales para la salud.

Se ha demostrado que la sensibilidad a las señales de la insulina por parte de las células, mejora notablemente en aquellas personas con sobrepeso u obesidad que rebajen del 5 al 10% de su peso corporal, reduciendo así considerablemente, los efectos que produce la insulino resistencia o resistencia a la insulina en el organismo y los riesgos de desarrollar
Diabetes Tipo 2.

Un estudio científico llamado “Diabetes Prevention Program” (DPP) arrojó resultados que probaron contundentemente que la mejor manera de reducir los factores de riesgo y de prevenir o retrasar al máximo el diagnóstico de Diabetes es dando los pasos necesarios para mantener día a día un estilo de vida cada vez más saludable.

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Importancia de detectar a tiempo a la Diabetes tipo 2

Debido a que la Diabetes tipo 2, puede pasar inadvertida incluso por muchos años, todas las personas deben chequearse los niveles de Glicemia (glucosa en sangre) y Hemoglobina A1c,  por lo menos una vez al año para verificar si todo anda bien o detectar a tiempo algún grado de resistencia a la insulina o la presencia de Diabetes. Si una persona tiene Diabetes tipo 2 por muchos años y no lo sabe, los elevados niveles de glucosa en la sangre, que no han sido detectados en todo ese tiempo transcurrido, estarán ocasionando daños irreversibles en el organismo sin que la persona ni siquiera esté enterada. En muchos casos, las personas se enteran que han tenido Diabetes tipo 2 por muchos años, cuando acuden al médico porque han quedado ciegos, presentan insuficiencia renal o requieren alguna amputación, por lo que la detección precoz es vital para prevenir las temibles complicaciones crónicas asociadas al mal control de la Diabetes y de esa manera puedan disfrutar de una mejor calidad de vida.

¿Por qué la Diabetes tipo 2 puede pasar desapercibida por muchos años?

En la Diabetes tipo 1 cuando las células Beta han sido destruidas por las células T ocasionando que el organismo no produzca  insulina y los niveles de glucosa empiecen a elevarse demasiado (más de 240 mg/dl) repentinamente, los afectados se ven obligados acudir a la sala de emergencias en muy poco tiempo; en las personas con Diabetes tipo 2 en la que sí hay producción de insulina, pero no funciona adecuadamente, los niveles de glucosa en la sangre no se elevan a valores tan altos y sus síntomas son muy leves por lo cual no acuden a la sala de emergencias y por esta razón la Diabetes tipo 2 puede pasar desapercibida incluso por mucho años.

Una de cada dos personas tiene Diabetes tipo 2 y no lo sabe. Si una persona tiene Diabetes tipo 2 y no lo sabe, sus niveles de glucosa en la sangre se mantendrán por encima de los valores normales ocasionando serios daños irreversibles en su organismo y en consecuencia, estará desarrollando las temibles complicaciones crónicas asociadas al mal control de la Diabetes sin que la persona ni si quiera esté enterada.

En Diabetes al Dia estamos comprometidos a incrementar y fortalecer cada día más nuestras campañas preventivas, educativas y de concientización que realizamos de manera permanente, dirigidas a toda la población, de modo que podamos ayudar a prevenir nuevos casos de Diabetes tipo 2 en aquellos con alto riesgo de desarrollarla, y para aquellos ya diagnosticados con Diabetes, ofrecer todas las herramientas necesarias para que logren un óptimo control de su condición y puedan prevenir las complicaciones crónicas o daños irreversibles asociados al mal control.

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¿Qué hacer si estoy en riesgo de tener Diabetes tipo 2?

Hay factores de riesgo que no podemos controlar como por ejemplo la edad, los antecedentes familiares o el hecho de ser latinos, hispanos o afro-americanos.

El sobrepeso y la obesidad son factores que en cambio sí podemos controlar y modificar, además son los principales responsables de la alta incidencia de Diabetes. Por eso, es tan importante que especialmente los latinos, hispanos o afro-americanos, enfoquen sus esfuerzos en alcanzar y conservar un peso corporal adecuado, manteniendo en todo momento hábitos de alimentación saludables e incrementando la actividad física.

El exceso de células de grasa (adipocitos) en el tejido adiposo, especialmente en la cintura, tiende a producir Resistencia a la Insulina entre otros serios problemas de salud. La resistencia a la insulina, es una condición que indica algún grado de pérdida de sensibilidad de las células a las señales de la insulina, dificultando que ésta pueda entrar en las células y sea utilizada como combustible.  Esto a su vez hace, que los niveles de glucosa en la sangre (glicemia), se vayan elevando cada vez más a medida que las células se hacen más resistentes a la insulina o más intolerantes a la glucosa.  Si no tomamos las medidas necesarias a tiempo, la situación empeorará y los niveles de glucosa alcanzarán un valor donde ya se considerará que tiene Diabetes Tipo 2.

Así mismo, el exceso de adipocitos (células de grasa) pueden ir dañando el buen funcionamiento del tejido endotelial, que es la capa que recubre internamente todas las arterias en el organismo; este daño al endotelio comienza con la disminución de la cantidad de óxido nítrico que el endotelio debe segregar, para que las arterias se mantengan flexibles, lisas y tonificadas, de lo contrario, se irán tornando cada vez más rígidas, duras y pegajosas, lo que a su vez facilitará que las moléculas de Colesterol malo (LDL) se adhieran y poco a poco provoquen la formación de placas de ateroma, las cuales caracterizan a una seria condición llamada Ateroesclerosis, que puede ocasionar muchos daños cardiovasculares.

Reduciendo la ingesta de comidas con alto contenido en grasas saturadas o trans y carbohidratos de rápida absorción, comiendo en porciones más pequeñas varias veces al día e incrementando la actividad física que realizamos, nos ayudará a perder el exceso de grasa acumulada en el tejido adiposo, especialmente el de la cintura. Esto nos ayudará a mantener un peso normal y mantenernos en forma, de modo que nuestras células sean menos resistentes a la insulina, es decir, menos intolerantes a la glucosa, lo que nos alejará de la posibilidad de desarrollar Síndrome Metabólico, Prediabetes y Diabetes Tipo 2.

Esto a su vez, nos ayudará a controlar mejor nuestros niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, reduciendo nuestro riesgo de desarrollar Ateroesclerosis y evitará los problemas de Hipertensión Arterial.

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¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar Diabetes tipo 2?

La Diabetes tipo 2 presenta condiciones previas a su diagnóstico, como Disfunción Endotelial, caracterizada porque el endotelio no produce suficiente óxido nítrico para lubricar las arterias, resistencia a la Insulina, Síndrome Metabólico y la Prediabetes. En estas etapas la Diabetes puede ser prevenida o al menos retrasado su diagnóstico, si se toman medidas para reducir los factores de riesgo.

Si tiene uno o más de los siguientes factores, usted tiene alto riesgo de desarrollar Diabetes Tipo 2:

  • Exceso de peso corporal (especialmente alrededor de la cintura)
  • No realizar suficiente actividad física (Sedentarismo)
  • Ser mayor de 40 años
  • Ser Hispano o Afroamericano
  • Antecedentes de Diabetes en la familia
  • Niveles de colesterol bueno (HDL) por debajo de 35 mg/dl
  • Niveles de colesterol malo (LDL) mayores de 160 mg/dl
  • Niveles de triglicéridos por encima de 150 mg/dl
  • Elevados niveles de presión arterial (140/90 mm Hg o mayor)
  • Alteración de tolerancia a la glucosa (ATG)
  • Estar en permanente estrés
  • Tener Estenósis Hepática o Hígado Graso
  • En mujeres, se deben agregar, haber tenido Diabetes Gestacional, haber tenido un bebé que pesó más de 9 lb (4 kg) al nacer o tener síndrome de ovarios poliquísticos

Existen factores de riesgo que no está en nuestras manos poder controlar, tales como, ser hispanos o afroamericanos, tener más de 40 años o tener algún familiar con Diabetes, pero afortunadamente, hay muchos otros factores que sí podemos controlar.

El tejido adiposo está conformado por células grasas o adipocitos las cuales sirven como reserva de energía. Las grasas y carbohidratos que ingerimos contienen calorías, por ejemplo, un gramo de grasa contiene 9 calorías mientras que un gramo de carbohidratos aporta 4 calorías. Cuando consumimos gran cantidad de alimentos ricos en grasas y carbohidratos estaremos ingiriendo una excesiva cantidad de calorías y si la cantidad de calorías que requerimos para realizar las actividades diarias es menor que las que ingerimos el excedente de calorías se va acumulando en forma de células grasas o adipocitos en el tejido adiposo, especialmente en el de la cintura. Si esta situación se hace habitual, cada vez se almacenará más cantidad de adipocitos en el tejido adiposo abdominal ocasionando que el perímetro de la circunferencia de la cintura vaya aumentado. Estos adipocitos en exceso ubicados en el tejido adiposo abdominal van ocasionando serios daños al organismo, entre los que podemos mencionar:

  • Sobrepeso u Obesidad
  • Daño en el Endotelio, que son las paredes internas de las arterias
  • Hipercolesterolemia o elevados niveles de colesterol en la sangre
  • Elevados niveles de triglicéridos en la sangre
  • Hipertensión arterial
  • Resistencia a la insulina

Todas estas condiciones conforman el Síndrome Metabólico, que constituye la primera etapa en el camino hacia la Diabetes Tipo 2; y si esta condición avanza, se convertirá en prediabetes, de no tomar las medidas necesarias el diagnostico de Diabetes Tipo 2 será inevitable.

Tener hábitos de alimentación saludable, incrementar la actividad física o ejercicio que realizamos, llevar una vida más relajada y libre de estrés y poner todo nuestro esfuerzo en mantener un peso normal, son factores de riesgo que podemos minimizar fácilmente; de esta manera podremos prevenir el diagnóstico de Diabetes Tipo 2 y otros problemas cardiovasculares, permitiéndonos disfrutar de una vida más saludable, productiva y feliz.

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Aún puedes estar a tiempo de detener a la Diabetes Tipo 2

La Diabetes Tipo 2 se ha convertido en un grave problema de salud pública, cuyas cifras de incidencia de nuevos casos ha aumentado de manera alarmante en todo el mundo, pero afortunadamente, esta situación se puede prevenir si se toman las medidas necesarias.

El sobrepeso, la Obesidad y el sedentarismo propios del estilo de vida actual, son los principales responsables de que esto esté sucediendo. Sin embargo, existen muchos otros factores de riesgo que debemos tener en cuenta para poder prevenir o al menos retrasar al máximo el diagnóstico de Diabetes Tipo 2.

Uno de los factores de riesgo de desarrollar Diabetes Tipo 2, que es muy común en estos tiempos donde estamos en constante preocupación por los horarios, situación económica y exceso de trabajo, es el estrés. El estrés hace que las glándulas suprarrenales (ubicadas encima de los riñones) segreguen una hormona llamada Cortisol, la cual eleva los niveles de glicemia, contrae las arterias y vasos sanguíneos, acelera el ritmo cardiaco, facilita la formación de células grasas o adipocitos en el tejido adiposo y estimula la segregación de las hormonas del apetito (Grelinas), como mecanismo de defensa para poder escapar de situaciones de peligro para lo cual fue diseñado el organismo.  Por eso es muy importante que, además de las recomendaciones anteriores, mantengamos una vida más relajada, tranquila y libre de estrés. El tabaquismo y el exceso de consumo de bebidas alcohólicas son elementos que empeoran esta situación, especialmente si tenemos uno o más factores de riesgo de desarrollar síndrome metabólico, prediabetes o Diabetes Tipo 2, por lo que es importante que evitemos fumar y reduzcamos al máximo el consumo de bebidas alcohólicas.

Lamentablemente, cualquiera de nosotros puede tener uno o más factores de riesgo de tener Diabetes Tipo 2, e incluso podemos ya tener Síndrome de Resistencia a la Insulina, Prediabetes o Diabetes Tipo 2 y no saberlo. Desafortunadamente, en muchas ocasiones, las personas se enteran que han tenido síndrome de resistencia a la insulina o Diabetes por muchos años cuando ya se han producido daños irreversibles en el organismo. Por eso es muy importante mantenerse bien informados acerca de los factores de riesgo y las etapas previas a la Diabetes Tipo 2 de modo que se pueda detectar a tiempo cualquier problema, permitiéndonos disfrutar de una vida más saludable, productiva y feliz.

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¿Cómo modificar el estilo de vida para prevenir Diabetes?

El DPP o Programa de Prevención de Diabetes, demostró contundentemente, que los cambios en el estilo de vida, adoptando hábitos de alimentación saludable, incrementando la actividad física que realizamos y reduciendo nuestro peso corporal, resultó más efectivo en la meta de prevenir nuevos casos de Diabetes Tipo 2, en personas de alto riesgo, en comparación con aquellos que tomaron medicamentos para la Diabetes que reducen la resistencia a la insulina o la intolerancia a la glucosa como la Metformina.

También hay muy buenas noticias, de cómo el componente del estilo de vida del DPP fue comentado: “Es muy alentador saber que los participantes del DPP que satisfactoriamente previnieron el inicio de Diabetes tipo 2, aproximadamente tuvieron que rebajar solamente 7 kilos (15 lb), o lo que es lo mismo del 5 al 7% de su peso”, dijo Anne Daly, NS; RD; LD; CDE; y Presidente de Educación y Cuidado de la Salud de la Asociación Americana de Diabetes. Y agregó: “Con unos pocos cambios en su dieta, tales como reducir la ingesta de grasas, y aumentar la rutina de actividad física a 30 minutos diarios, usualmente caminando, es suficientemente efectivo”.

Como parte del proceso de trasladar los resultados del DPP del mundo científico al mundo real, la Asociación Americana de Diabetes (ADA) convocó un grupo asesor de expertos en Diabetes. Este grupo considerará la información del DPP y dará instrucciones, para que los profesionales del cuidado de la salud los usen en su práctica de día a día con las personas que estén en gran riesgo de desarrollar Diabetes.

También, la Asociación Americana de Diabetes (ADA) incorporó de manera rápida al DPP en los mensajes de prevención de los programas y eventos a la comunidad, y estuvo trabajando con este Programa Nacional de Educación de Diabetes en las comunidades de Diabetes y salud pública.

La Diabetes se está incrementando dramáticamente y se estima que durante la próxima década el número de personas con Diabetes se duplicará, por eso es considerada como la epidemia más grande de la humanidad.

Perder unos cuantos kilos de peso, comer más saludablemente y caminar 30 minutos diarios, probaron de manera clara y contundente ser una poderosa arma para prevenir la Diabetes Tipo 2.

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El Programa de Prevención de Diabetes DPP

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Los cambios en el estilo de vida son necesarios para prevenir Diabetes

El DPP o Programa de Prevención de Diabetes, demostró contundentemente, que el grupo que realizó cambios radicales en su estilo de vida, pudo prevenir la Diabetes en un porcentaje mucho mayor, que el grupo que tomó medicamentos para la Diabetes que reducen la resistencia a la insulina (Metformina).

El régimen de cambios en el estilo de vida basado en dieta y ejercicio no fue intensivo. Las personas de este grupo hacían ejercicios moderados (150 minutos a la semana), muchos escogieron caminar 30 minutos diarios, 5 veces a la semana. También tuvieron que cambiar sus hábitos alimenticios, reduciendo la ingesta de grasas, por ejemplo, cambiar la tocineta por cereales en el desayuno y poniendo más énfasis en comer frutas y vegetales, pero sin necesidad de dejar de comer carne, pollo o pescado y hasta eventualmente podían comer postres.

La meta era reducir por lo menos un 7 % del peso corporal de los participantes, o sea que una persona que pesara 100 kilos (220 lb) debía rebajar por lo menos 7 kg (15 lb) y mantenerse al menos en ese peso mediante la dieta y los ejercicios.

Particularmente alentador es el hecho de que ambas terapias, cambios en el estilo de vida y tratamiento con medicamentos, surtieron efecto en personas caucásicas, Americanos Africanos, Latinos, Indios Americanos, Americanos Asiáticos e Isleños del Pacífico. El DPP es el primer estudio en demostrar, que las estrategias preventivas pueden funcionar en todo el amplio espectro de la diversidad, tanto racial como étnica, que es el caso del público americano y el caso de la Diabetes Tipo 2.

En este estudio se demostró cómo los cambios en el estilo de vida (dieta y ejercicio) redujeron el riesgo de desarrollar Diabetes Tipo 2, de manera similar en todos los grupos étnicos y raciales, a pesar de que los Hispanos tienen un riesgo mayor (90%) de desarrollar Diabetes Tipo 2 y las personas de color o Afro-americanas (60%) comparados con los americanos blancos.

También es muy alentador que el sub-grupo de estudio de adultos mayores de 60 años, las modificaciones de la dieta en la intervención del estilo de vida y el incremento en la actividad física, resultaron mejores que en cualquier otro sub-grupo. Los adultos americanos de más de 60 años tienen un mayor riesgo (20%) de desarrollar Diabetes Tipo 2.

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DPP… Un estudio que probó que la Diabetes Tipo 2 se puede prevenir

Los resultados del Programa de Prevención de Diabetes (DPP) que el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón (NIDDK) realizó a principios del siglo 21, demuestran contundentemente que la Diabetes Tipo 2 puede ser prevenida o su aparición retardada de manera significativa.

El estudio demostró que, de dos opciones diferentes, una que consistía en terapia de cambios en el estilo de vida (dieta y ejercicio) y la otra en administración de medicamentos para la Diabetes que reducen la resistencia a la insulina (Metformina), ambas eran efectivas, pero en la terapia de cambios en el estilo de vida (dieta y ejercicio) se lograron mejores resultados.

“El Programa de prevención de Diabetes (DPP) es uno de los estudios más importantes en la reciente historia de la Diabetes, ya que prueba de manera contundente que la Diabetes Tipo 2 puede ser evitada por las personas con alto riesgo en desarrollarla” dijo Christopher D. Saudek, Médico, Presidente de la Asociación Americana de Diabetes (ADA), y el principal investigador de los estudios DPP en la Universidad Johns Hopkins, y añadió que  “Nosotros ahora tenemos la prueba que necesitábamos para comenzar a hacer frente al curso de la epidemia de Diabetes Tipo 2 en América” .

¿Cómo se realizó el DPP?

shutterstock_125888840En este estudio que duró 3 años, y donde participaron 3.234 personas con signos prematuros o con alto riesgo de desarrollar Diabetes Tipo 2, los participantes fueron asignados a uno de los 3 grupos que abarcaban el DPP.

En el primer grupo, las personas tomaron pastillas de Placebo y además se les entregó folletos con información acerca de dieta y ejercicios. El segundo grupo, solamente tomó medicamentos para la Diabetes (Metformina), y el tercer grupo, tuvo que hacer un cambio radical en su estilo de vida basado en dieta y ejercicios, el cual fue supervisado y controlado por un equipo de investigación.

Los resultados fueron obvios y concluyentes, ya que después de los 3 años que duró este estudio, un 29% de las personas del primer grupo (Placebo y folletos de dieta y ejercicio) desarrollaron Diabetes Tipo 2 comparados con un 32% del segundo grupo que solamente tomó medicamentos para la Diabetes (Metformina), y tan solo un 14% del tercer grupo, el cual se basó en cambios en su estilo de vida (dieta y ejercicio). Estos resultados fueron tan contundentes que este estudio, que estaba diseñado y estructurado para durar 4 años, fue acortado un año y solamente duró tres años.

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